Nos encontramos en un mundo acelerado que cambia las reglas del juego constantemente. Las nuevas tecnologías, la personalización de los productos, las nuevas tendencias de los usuarios están procurando un cambio en las pautas con las que trabajamos, un nuevo cambio de valor de los productos que debemos ofrecer a nuestros usuarios.
El entorno doméstico esta evolucionando a pasos agigantados a la vez que la cocina se va transformando cada vez más en el centro neurálgico del hogar. Los productos estan conectados entre sí, ya no son objetos aislados individualmente con su respectiva función, sino que son partes de un sistema conjunto, que agregado aporta un mayor valor añadido.
Este entorno multiconectado supone un reto para las empresas, lleno de posibilidades para satisfacer una gran variedad de necesidades del usuario, a la vez que supone un desafío tecnológico.
Nuevas tecnologías estan aflorando y debemos de responder ante estas demandas, y gracias al empleo de la innovación abierta tenemos la oportunidad de buscar nuevas oportunidades que nos permitan seguir creciendo tanto a nosotros mismos como a las empresas que quieran colaborar con nosotros.
Nuevas tecnologías que permitan la creación de accesorios o recipientes de cocina procurando nuevos utensilios inteligentes o añadiendo inteligencia a los dispositivos actuales, mediante sensórica, conectividad, sistemas cognitivos, user interfaces, … siendo capaces de conseguir un completo entendimiento entre usuario y cocina.